Budapest, la capital de Hungría, ha sido históricamente una capital del Art Nouveau y el romance. Hoy en día, sus edificios de cuento de hadas, su gente amable, su buen vino, sus baños termales públicos y su extraordinaria cocina conforman una de las ciudades más emocionantes de Europa del Este. En concreto, no te vayas sin darte un chapuzón con los lugareños en las piscinas de los Baños Széchenyi, uno de los centros termales más grandes de Europa. También recomendamos asistir al cambio de guardia en el Parlamento, ir en barco por el Danubio, visitar las galerías de arte en la Villa de Artistas de Szentendre o ir al Museo del Vino para una cata de los famosos vinos de la región de Tokaj. Además, te recomendamos buscar gangas en el Gran Mercadillo de Ecseri, o calzarte las botas de montaña para subir al monte Gellért y disfrutar de sus vistas panorámicas.